Todo el mundo se había parado, pero el silbato no había sonado. De repente el true freshman Michael Dyer, haciendo caso a las indicaciones que le llegaban de la banda, prosiguió su marcha en lo que se convirtió la jugada clave del partido. Una carrera de 37 yardas con menos de 2 minutos por jugarse que colocó a los Tigers en FG range y con la oportunidad de romper el empate a 19 que solo unos segundos antes habían puesto los Ducks en el marcador.
Tres jugadas después, entre las que estuvieron una carrera para 16 yardas del propio Dyer, los pupilos de Gene Chizik estaban en la yarda 2 de Oregon con solo un par de segundos por jugarse. Una vez más la responsabilidad de alzarse con un título recaía en el kicker. Wes Byrum un senior natural de Florida, iba a dar por concluida la temporada 2010, poniendo el balón justo entre los palos, para alegría de toda la nación Tiger de Alabama que jamás olvidarán el 22-19 final que supone la consecución de su segundo título de la historia.
El partido no defraudó y a pesar de no ser esa avalancha de puntos que todos esperábamos, el ritmo fue trepidante y en ningún momento ninguno de los dos equipos perdió la intensidad, brindándonos un espectáculo digno del nombre que llevaba este encuentro. Y es que el sistema BCS puede tener lagunas y en ocasiones no funcionar, pero no podemos negar que este año nos presentaba un partido de ensueño, entre los dos mejores equipos del año.
Ambos equipos parecían algo agarrotados al principio del encuentro y los ataques eran, sorprendetemente, dominados por las defensas. Con tres intercepciones (dos de Oregon y una de Auburn) y un par de drives parados sin problemas, el primer cuarto acababa con un 0-0 que nadie se esperaba. Pero en los siguientes 15 minutos, no hubo un momento para el descanso y tras el primer FG de Oregon que ponía los primeros puntos en el marcador de la final, se iban a suceder las alternativas.
Con el resultado de 11-7 a favor de Oregon, tras una satisfactoria conversión de dos puntos tras el TD de los Ducks, iba a llegar uno de los momentos que marcarían el encuentro. Oregon consiguió mover la pelota como no lo habían hecho hasta el momento. Un drive de 16 jugadas y 7 minutos en los que habían recorrido 68 yardas hasta colocarse en la yarda 1 rival. En una decisión arriesgada los Tigers decidieron ir a por el TD en 4º down, pero los Ducks consiguieron pararlos. El problema era que estos tenían que empezar su drive a menos de 1 yarda de su propia endzone, algo que no consiguieron, permitiendo un safety. En la siguiente posesión, Auburn se hizo con la ventaja en el marcador que ya no soltaría hasta el final.
El tercer cuarto volvió a estar dominado por las defensas. La única anotación vino tras una patada del que más tarde sería el héroe del partido y que ampliaba la ventaja de Auburn a 8 puntos. Pero el momento más importante de este periodo y una de las jugadas claves del partido fue el goal line stand de Auburn que no permitió a los Ducks anotar el TD, que habría igualado el encuentro tras pararles en 4º down, en la yarda 1. Se habían cambiado las tornas, con la diferencia que esta vez Auburn fue capaz de sacar el balón de la cueva sin conceder el safety.
En estas llegamos al último cuarto y nada parecía cambiar respecto al anterior. Cuatro punts y los ataques siendo incapaces de conseguir ningún drive que acabase en anotación. La defensa de Auburn podía con el ataque explosivo de Oregon gracias sobre todo a la magnífica actuación de Nick Fairley, quien para mí fue el mejor del partido, mostrándose el dueño y señor de la linea de scrimmage haciendose, gracias a sus condiciones atléticas, incapaz de bloquear. Su actuación se vió, en parte empañada, por un golpe a destiempo sobre un rival. La defensa de los Ducks estaba siendo capaz de hacer algo que no había hehco nadie hasta ayer, parar a Cameron Newton.
A falta de 5 minutos Auburn tenía la posesión, si conseguían correr con el balón podían darse por campeones. Pero en la segunda jugada del drive, tras un scrammble de Newton de 10 yardas, que daba el primer down a su equipo, Casey Matthews (hermano de Clay Matthews de los Packers) iba a hacer una jugada que le ha otorgado mucho crédito de cara al draft de la NFL, llegando por la espalda del QB y lanzando un auténtico puñetazo al balón que salió disparado, con la posterior recuperación por parte de Cliff Harris, autor de la interpcepción a Newton en el primer cuarto.
El momentum estaba de lado de Oregon y el guión había dado un increíble giro. Los Ducks se encontraban en la mitad del campo, con tiempo suficiente para cumplir el objetivo de anotar un TD que igualase el partido a 19. Algo que conseguirían cuando a falta de 2 minutos y medio, Darron Thomas encontrase con un shovel pass a LaMichael James en una nueva jugada de engaño. La posterior conversión de dos puntos llegó gracias a una recepción milagrosa de Jeff Maehl.
Pero no les duraría mucho la alegría a los Ducks, tras el retorno y un pase de 15 yardas de Cam Newton, llegó la jugada que marcó el partido y que abre esta crónica. Tras una carrera para 5 yardas de Michael Dyer, todo el mundo se queda parado, pensando que el true freshman de Auburn había sido placado. Pero ante la ausencia del silbato y las indicaciones de la banda, Dyer prosiguió su carrera que le llevó hasta la 24 de Oregon, marcando de forma definitiva el encuentro. La repetición no deja lugar a dudas, la rodilla del RB no toca en ningún momento el césped.
Un par de jugadas después el kicker Wes Byrum daba la victoria a Auburn y es que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia y esta vez se volvió a repetir.
Se pone así fin a la temporada y el largo desierto de la offseason acaba de empezar. Pero no os preocupéis que en Conferencia Independiente no os abandonamos y desde aquí habrá actualizaciones que os ayuden a matar el mono de football en estos 7 largos meses que tenemos por delante.
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