lunes, 3 de enero de 2011

Orange Bowl



Con las victorias de TCU y Oklahoma en las dos primeras major bowls, esta madrugada a las 2, llega el turno de la Orange Bowl entre Stanford y Virginia Tech. La bowl que se disputa en la ciudad de Miami no había gozado de mucho interés los últimos años debido principalmente a que los equipos participantes no eran demasiado atractivos. La causa es su contrato con la ACC, ya que esta conferencia ha tenido unos años bastante malos. En 2009 por ejemplo se enfrentó Virginia Tech como campeón de la ACC con un record de 9-4, frente a los Bearcats de Cincinnati campeones aquel año de la Big East, en un duelo indigno de una BCS Bowl.

Este año tenemos un duelo que a mi juicio es bastante atractivo. Virginia Tech, a pesar de su mal comienzo con dos derrotas en las dos primeras jornadas, consiguió vencer el resto de partidos incluida la final de la ACC ante Florida State. Stanford por su parte ha dejado de ser conocida sólo por ser una de las universidades más potentes en el aspecto académico para hacerse un lugar entre la élite de los programas de football y solo han sido derrotado por los contendientes al título, los Oregon Ducks.



Historia:

La Orange Bowl tiene su precendente en el Palm Festival Game que nació en 1932 como ayuda a la deteriorada economía del Sur de Florida por la Gran Depresión. Sin embargo, la NCAA no reconocía las tres primeras ediciones ya que Miami tenía un billete automático para jugarla sin importar su record en la temporada.


Por esta razón nació la Orange Bowl en 1935 que recibió el consentimiento de la NCAA. A pesar de todo en su primera edición, casualmente (o no) los Hurricanes fueron uno de los contendientes, aunque esa sería la única vez que el equipo local participase hasta 1946. Durante la década de los 80 se convirtió en la bowl más importante del panorama decidiendo en numerosas ocasiones el campeón nacional.


Estadio:


Históricamente la Orange Bowl se disputaba en el estadio con el mismo nombre. Se venía haciendo así desde 1938, pero en el año 2000 cambió su ubicación al Sun Life Stadium donde se celebra actualmente.


El Sun Life Stadium está situado en Miami Gardens y fue inaugurado en 1987 tras una inversión de 115 millones de dólares. Es desde su construción la casa de los Miami Dolphins de la NFL, desde 1993 de los Miami Marlins de baseball y en 2008 a raíz de la demolición del Orange Bowl los Hurricanes de la NCAA también juegan sus partidos en este recinto con capacidad para 75.192 espectadores.





Mejores momentos:

1975. Notre Dame 13 - Alabama 11:
Alabama llegaba como clara favorita al permanecer imbatido durante toda la temporada y ser el claro #1. Notre Dame sin embargo no contaba para nadie. Los Irish dieron la sorpresa y batieron a los Crimson Tide en un partido muy físico.


1984. Miami 31 - Nebraska 30:
Los Hurricanes fueron los campeones de esta edición en su propia ciudad, lo que produjo un estado de euforía en el Sur de Florida. Nebraska era de los mejores equipos y había promediado 52 puntos por partido aquella temporada. Pero Miami les sorprendió y su ataque liderado por el entonces freshman Bernie Kosar pudo con su defensa.

 

1994. Florida State 18 - Nebraska 16:

Ambos llegaban rankeados como #1 en la AP poll y en la Coaches Poll y aunque todos daban a los Seminoles como grandes favoritos, los Cornhuskers de Osborne llegaron a los dos últimos minutos del partido ganando por un punto. Pero la pareja de FSU, compuesta por Charlie Ward y Warren Dunn remontaron el partido.




Orange Bowl 2011:


El de esta madrugada es un duelo entre dos de los QB's que más están dando que hablar. El de stanford seguro que os suena a todos porque es el nombre que pronuncian todos los scouts de la NFL para referirse al futuro número 1 del draft, a pesar de ser solo un sophomore que no ha declarado aún su elegibilidad. El QB de los Hokies es Tyrod Taylor y es uno de los jugadores más en forma y principal responsable de la reacción de los suyos tras las dos primeras derrotas.


Bajo mi opinión no hay un favorito claro y se presenta como uno de los partidos más igualados de todos. Stanford presenta un juego bastante vistoso con un ataque pro-style que a muchos os gustará, mientras que Virginia Tech se basa sobre todo en un poderoso ataque terrestre con una defensa muy sólida.




#4 Stanford Cardinal (11-1):
En sólo 4 años, Jim Harbaugh ha conseguido llevar a un programa de football de segunda como es Stanford a la primera plana nacional. La escuela californiana es desde siempre una de las universidades más prestigiosas en el aspecto académico con lo que conlleva el claro inconveniente de no poder reclutar estrellas de instituto que no alcancen la nota mínima para estudiar en sus clases. Esto le ha convertido en uno de los nombres más calientes para entrenar en NFL (su hermano es el entrenador de los Baltimore Ravens). Este año, el único equipo capaz de batirles fueron los Oregon Ducks.
Su ataque promedia casi 500 yardas por partidos lo que le sitúa en el 7º lugar estadísticamente a pesar de no estar entre el top ni en yardas de pase ni en yardas de carrera, lo que da fe de que poseen un ataque balanceado. Andrew Luck ha superado las 3.000 yardas de pase con un fantástico ratio de 28 TD's y 7 INT's. Su principal aliado en el juego aéreo es Doug Baldwin, pero su jugador más excitante de ver es el FB Owen Marecic.

En defensa Stanford ha construido una defensa sólida gracias al gran trabajo de su coordinador Vic Fangio, especialmente buena es su defensa contra la carrera, permitiendo solo 125 yardas por partido. Será interesante ver si son capaces de parar la carrera de los Hokies.

#13 Virginia Tech Hokies (11-2):
Nadie habría dado un duro por la presencia de VT en la Orange Bowl tras sus derrotas ante Boise State y James Madison en las dos primeras jornadas. La de los Broncos entraba en las quinielas, pero no la segunda que vino de manos de un equipo de la FCS y que puso a Frank Beamer y sus chicos en el disparadero. Pero los Hokies han demostrado este año que tienen corazón y capacidad de reacción después de ganar sus siguientes 11 partidos incluyendo la final de la ACC ante Florida State.

A principios de temporada todos veíamos al RB Ryan Williams como la principal estrella de VT, y es que su temporada freshman invitaba a todos a verle como un candidato al Heisman. Pero su decepcionante temporada le ha apartado a un segundo plano, dejando lugar su lugar a Darren Evans que ha corrido para 817 yardas, con un promedio de casi 6 por intento. Pero el que de verdad ha dado un paso al frente es el QB Tyrod Taylor que ha ido de menos a más para acabar sumando más de 3.000 yardas totales.

En defensa los Hokies se han mostrado en muy buena forma, permitiéndo tan solo 19 puntos por partido con Jayron Hosley como gran estrella al conseguir 8 INT's de las 22 totales que han conseguido esta temporada.

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