La actuación más asombrosa de esta semana en College Football la protagonizaron los Badgers de Wisconsin al anotar 83 puntos en su partido contra Indiana (83-20). Sin embargo, podía haber sido una jornada en la que cualquiera de los tres primeros en el ranking BCS cayera derrotado en sus a priori sencillos encuentros. Tanto Oregon como Auburn y TCU estuvieron por detrás en algún momento de sus partidos y a pesar de que consiguieron darle la vuelta al marcador, ninguno de ellos consiguió una victoria de mérito.
Los mayores perjudicados fueron los Horned Frogs ya que ha vuelto a salir a la palestra el hecho de que su calendario deja mucho que desear, argumento que ayuda el hecho de que Utah, ante los que consiguieron su única victoria ante un equipo rankeado, cayera de forma estrepitosa ante Notre Dame.
Oregon y Auburn se consolidan una semana más como #1 y #2 respectivamente, pero no pueden decir que tuvieron partidos sencillos este sábado. Los Ducks sufrieron de forma inesperada para derrotar a Cal (15-14) gracias a errores puntuales de los Golden Bears, como un FG fallado que hubiera dado a los californianos el liderazgo en el partido en los primeros instantes del último cuarto. El ataque de Oregon no fue lo que estamos acostumbrados a disfrutar, sufrieron mucho para correr el balón como demuestran sus 162 yardas terrestres que se antojan una miseria con las 291 que promedian en la temporada.
Por su parte Auburn también sufrió mucho para doblegar a su rival, los Bulldogs de Georgia en The Plains. Al terminar el primer cuarto, el marcador reflejaba un preocupante 21-7 para los visitantes y parecía que toda la presión en torno a Cameron Newton les estaba pasando factura. Pero fue un espejismo, antes de que llegase el descanso, los Tigers ya habían empatado el partido. Cam Newton demostró que todo lo que se ha hablado en torno a su persona, no le afecta en lo que concierne a su juego. Los Tigers tienen ahora un record de 11-0, y se clasificaron de forma matemática para disputar la final de la SEC en Atlanta, haciendo inútil la victoria de Alabama sobre Mississippi.
Pero los Tigers no fueron los únicos que se ganaron el billete para la final de Atlanta. Su rival será South Carolina tras derrotar a Florida en la final oficiosa de la división Este en un magnífico partido (uno más) del true freshman Marcus Lattimore, convirtiendo a Spurrier, entrenador de South Carolina, en el verdugo de los Florida Gators, donde es una leyenda durante su etapa de jugador.
La SEC es la única conferencia BCS en la que las dos últimas jornadas de temporada regular no decidirán nada, hablando de la búsqueda del campeón de conferencia claro, porque el partido entre Auburn y Alabama del próximo 27 de noviembre se antoja espectacular. El resto de ligas tienen todavía todo en juego.
La Pac 10 parece que es la que más clara resolución tiene. Stanford es el único equipo que le puede arrebatar el título a Oregon, pero para ello necesitan que estos pierdan los dos partidos que les quedan ante Arizona y Oregon State, y ellos derrotar sus encuentros. A pesar de que los Cardinals tienen muy complicado la consecución del título conferencial, parece que pueden acabar optando a un puesto en una Bowl BCS, al tratarse del segundo equipo mejor rankeado entre los que tienen una derrota. La victoria de USC sobre Arizona ha dejado a estos últimos sin opciones.
Posiblemente la conferencia más bonita y con un final más abierto es la Big Ten. Tres equipos están empatados con el mismo record (5-1, 9-1) en la primera posición, son Ohio State, Wisconsin y Michigan State. Ninguno de ellos se enfrentan entre sí en las dos jornadas que quedan, por lo que habría que mirar a las reglas de desempate de la conferencia, Wisconsin derrotó a Ohio State, pero Michigan State no ha jugado contra ninguno de ellos. Posiblemente si acaban todos con el mismo record compartirían el título y la Rose Bowl tendría que escoger al equipo con mejor ranking en el BCS. Es algo de lo que no estoy seguro y habrá que estar pendiente en las próximas semanas.
La Big East no es una conferencia de la que hablo mucho. A pesar de tratarsede una de las majors, con pase automático a una Bowl BCS para el campeón, su nivel por lo general deja bastante que desear. Algo que este año se ha elevado a la máxima potencia. Pittusburgh es el líder a pesar de tener un record 5-4 y haber perdido esta semana ante Conecticut. Syracuse, South Florida, Conecticut y West Virginia açun tienen opciones. Sin duda, el pase automático del campeón de la Big East a una major Bowl es algo que el sistema BCS tiene que cambiar.
La conferencia que no ha cambiado el hábito de dejar toda la emoción para el final es la ACC. Año tras año se convierte en la liga con un final más inverosímil. Este año, Vriginia Tech es la clara favorita para alzarse con el título en la división Coastal, pudiendo firmar su victoria la semana que viene ante Miami. Los Hurricanes deberán ganar a VT y esperar una derrota de estos en la última jornada ante Virginia para alzarse campeones. La Atlantic tiene a North Carolina State, Florida State y Mayland empatados en la primera posición, por lo que habrá que esperar a la última jornada para conocer su campeón.
Tanto en el Sur como en el Norte de la Big XII hay dos equipos liderando en solitario. Nebraska y Oklahoma State parecen ser los favoritos para enfrentarse en la final de Arlington. Pero no pueden descuidarse porque al acecho están Missouri y Oklahoma para arrebatarles su lugar en la final.
Del resto de las conferencias pequeñas, sólo la MWC conoce su campeón, que es TCU. La que tiene un final más interesante es la Conferencia USA con UCF, ECU y Southern Miss aún con opciones de final en el Este y SMU, Tulsa y Houston en el Oeste. Como nota curiosa hay que destacar que Florida International se puede alzar campeón de la Sun Belt con un record global negativo.
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