jueves, 22 de septiembre de 2011

La Big 12 tiene más vidas que un gato


Ya van dos temporadas seguidas que se da por muerta a la Big 12 y por segunda vez, ésta consigue salir viva. El año pasado fue la marcha de Nebraska y Colorado las que pusieron en entre dicho el futuro de la conferencia, empezaron a salir rumores de que Oklahoma y Texas podrían acabar marchándose a la SEC, Big Ten o Pac-10. Llegó septiembre el ovoide empezó a volar y nadie más se movió de su sitio.

Este año, el que se ha marchado es Texas A&M, quén fue admitido por la SEC hace varias semanas, y aunque aún no es efectivo, es algo que puede darse por hecho. Tras hacerse oficial la huida de los Aggies, empezaron a surgir rumores de que Oklahoma se marcharía a la Pac-12 junto a Oklahoma State con o sin Texas. Cuando todo parecía que los Longhorns acompañarían a ambos junto a Texas Tech dirección Oeste, Larry Scott, comisionado de la Pac-12, hacía pública la decisión de su conferencia de no aumentar su número de miembros.



La decisión de la Pac-12 asombró a todo el mundo que daba por hecho la muerte de la Big XII tras la más que segura marcha de sus miembros más importantes. Se han dado tres principales razones por las que la Pac-12 se ha negado a la entrada de Oklahoma, Oklahoma State, Texas y Texas Tech. La primera de ellas es la presencia del Longhorn Network que vendría a desestabilizar el sistema de reparto de los ingresos por contrato televisivo. La segunda es la dificultad de estructurar la conferencia con 16 miembros. Por último se ha sabido que Stanford y Cal, dos instituciones prestigiosas a nivel académico se ha mostrado reacios a la entrada de Sooners, Cowboys y Red Raiders que no forman parte del Association of American Universities, aunque es algo que sorprende dado que no todas las universidades de la Pac-12 están dentro de la lista como por ejemplo Utah recién incorporada.

El caso es que sea como sea, Oklahoma, Oklahoma State, Texas y Texas Tech, tienen todas las papeletas para seguir juntos en la Big 12. Sería fácil de calificar a los Longhorns como grandes triunfadores de este proceso. La universidad de Austin siempre se mostró reacia a moverse al Oeste, su estancia en la Big 12 les permite, tanto jugar con rivales más cercanos geográficamente como seguir con su canal exclusivo de televisión.

Los Sooners, que eran los principales interesados en el movimiento, han aceptado permanecer en la conferencia con la condición de que el comisionado Dan Beebe abandone su puesto. Todo indica a que el propio Beebe, quién lleva 5 años al frente de la conferencia, presentará su dimisión esta misma semana, satisfaciendo de esta forma los deseos del presidente de la Universidad de Oklahoma David Boren.

¿Algo pasajero o compromiso firme?

La pregunta está ahora en sí se trata de algo temporal, y los rumores volverán a surgir a las primeras de cambio o si de verdad sus miembros van a apostar por un futuro unido. Esta última opción pasa por ampliar el número de miembros y que los que ya forman parte se comprometan de forma clara a permanecer en la conferencia. El primero que debe dar el paso es Missouri que durante todo el proceso han sido uno de los que han apostado por la continuidad de la conferencia, algo que tras las últimas declaraciones de su HC Gary Pinkel podría ponerse en duda. Los Tigers han sido tentados por la SEC para convertirse en su 14º miembro, aunque su respuesta parece haber sido negativa.

En cuanto a futuros miembros, parece que BYU es el primer candidato y todo indica a que en las próximas semanas los Cougars aceptarán una invitación para unirse la Big 12. El resto de candidatos son los de siempre: Houston, TCU o Air Force. Su incorporación supondría una clara apuesta por la continuidad y refuerzo de la conferencia. La marcha del mártir Beebe es el otro paso.

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